EJERCICIO SALUDABLE PARA EL PACIENTE CON DIABETES MELLITUS
DIABETES Y EJERCICIO
El ejercicio físico es
una de las formas de tratamiento de la diabetes mellitus. El programa debe
estar orientado a controlar la glucemia, el mantenimiento del peso ideal,
mejorar la calidad de vida y evitar la aparición de posibles complicaciones. La
práctica debe estar orientada al tipo diabetes:
1. Pacientes con
diabetes mellitus tipo I (insulinodependiente)
El ejercicio puede
aumentar la sensibilidad a la insulina en estos casos, aunque esto no implique
un óptimo control de la diabetes de forma automática. Para conseguirlo a largo
plazo, los pacientes deben desarrollar una actividad física diaria y teniendo
en cuenta los siguientes factores: el momento del día en que se realiza, su
duración e intensidad, los niveles de glucemia antes del ejercicio y el tipo y
la dosis de insulina utilizada. Existen una serie de normas básicas a tener en
cuenta antes de iniciar una sesión de ejercicio:
- Inyectar la insulina en grupos musculares
que no se movilicen durante la práctica de ejercicio.
- Planificar el ejercicio para realizarlo de
forma regular y a la misma hora cada día, preferiblemente durante las
primeras horas de la mañana.
- Adaptarlo al horario de las comidas y de
la acción de la insulina.
- Administrar una cantidad extra de hidratos
de carbono antes o durante el ejercicio o reducir la dosis de insulina.
- Evitar los ejercicios en condiciones de
calor o frío extremos y durante los periodos de descontrol metabólico.
2. Pacientes con
“diabetes mellitus tipo II (no insulinodependiente)”
El programa regular de
ejercicio es fundamental para el control glucémico. Además, se ha comprobado
que el deporte es efectivo para prevenir este tipo de diabetes, especialmente
en aquellas personas con un alto riesgo de padecerla: individuos con sobrepeso,
tensión arterial elevada y con antecedentes familiares de diabetes. También es
importante seguir una dieta adecuada.
El ejercicio ideal
Una sesión debería constar de unos 10 a 20 minutos de estiramiento y de fuerza muscular, 5 minutos de calentamiento aeróbico (carrera suave), 15 a 60 minutos de ejercicio aeróbico a una intensidad apropiada y de 5 a 10 minutos de ejercicio de baja intensidad al acabar la práctica deportiva. Los deportes más recomendables son caminar, correr y montar en bicicleta, pero siempre hay que tener en cuenta el historial médico del paciente. Los diabéticos deben llevar un registro de entrenamiento y consultar siempre con su médico antes de realizar un ejercicio de forma continuada.
Beneficios de la práctica deportiva
- Aumenta la utilización de glucosa por el
músculo.
- Mejora la sensibilidad a la insulina.
- Reduce las necesidades diarias de insulina
o disminuye las dosis de antidiabéticos orales.
- Controla el peso y evita la obesidad.
- Mantiene la tensión arterial y los niveles
de colesterol.
- Evita la ansiedad, la depresión y el
estrés.
- Reduce la incidencia de enfermedades
cardiovasculares.
Qué precauciones tomar
- Verificar la glucemia antes de la práctica
deportiva:
- Si es menor de 100 mg/dl, tomar un
suplemento (fruta, galletas, bebidas energéticas) antes de hacer ejercicio
- Si estás entre 100 y 150 mg/dl – 150
mg/dl, puedes hacer ejercicio sin riesgo.
- Si es mayor de 250 mg/dl, deja el
ejercicio para otro momento.
- Disminuir la dosis de insulina antes de la
actividad.
- No te inyectes la insulina en una región muscular
que vayas a exponer a gran esfuerzo.
- Evitar el ejercicio físico en el momento
del pico máximo de acción de la insulina.
- Controlar la glucemia durante y después
del ejercicio.
- Tomar un suplemento de hidratos de carbono
durante ejercicios prolongados.
- Consumir líquidos -sobre todo agua- desde
dos horas antes de empezar a ejercitarse y durante la práctica deportiva.
- Controla tu grado de deshidratación y la
temperatura ambiente.
- Siempre que un diabético siga un programa
regular de ejercicio (que favorece la tolerancia a la glucosa), se deben
readaptar los tratamientos con fármacos y prever ciertas medidas
dietéticas para evitar que durante su práctica surja algún episodio de
hipoglucemia
- Evitar realizar ejercicio si la glucemia
capilar es >250 mg/dl y existen indicios de cetosis en la sangre y la
orina, o si la glucemia es superior a 300 mg/dl aunque no haya signos de
cetosis. Es preferible esperar a que la situación de descompensación haya
desaparecido para empezar a hacer deporte.
- Si aparece algún síntoma de hipoglucemia
antes, durante y después del deporte, debe tomarse una cantidad adicional
de hidratos de carbono de absorción rápida (como son los zumos, por
ejemplo).
- Es aconsejable conocer el comportamiento
de la glucemia en relación con los diferentes tipos de ejercicio físico.
- Algunos pacientes diabéticos pueden
padecer complicaciones como arritmia durante la práctica de ejercicio.
Enfermería y prescripción de ejercicio en el paciente con diabetes
(Fundación española del
corazón, diabetes y ejercicio)
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